La comunicación se hará más difícil con el tiempo a medida que avance la enfermedad. Aquí algunos consejos que te ayudarán a mantenerte en contacto con tu paciente:
– Utiliza palabras y frases sencillas al hablar
– Intenta controlar las emociones en momentos de crisis potencial o actual
– Haz preguntas que sólo puedan responderse con un SÍ o un NO
– Crea un horario, asignando tiempo personal y de vinculación para el día
Aquí tienes algunas preguntas útiles si quieres iniciar una conversación con la persona a la que cuidas:
– ¿Qué quiere hacer la persona a la que cuidas por sí misma durante el mayor tiempo posible?
– Si necesita más ayuda asistencial, ¿qué tipo de ayuda preferiría la persona a la que cuidas (ahora/en el futuro)?
– ¿Cuáles son las preferencias de la persona a la que cuidas cuando ya no pueda bañarse por sí misma?
– ¿Preferiría la ayuda de: un hombre o una mujer, un familiar, un profesional cualificado?
– ¿Cuáles son sus deseos finales?
Consejos:
Cuanto antes mejor! Habla de temas o planifica soluciones a cuestiones que puedan preocuparte a ti o a la persona a la que cuidas. Anota sus preferencias e inicia una conversación sobre cómo puedes ayudarles y ayudarte a conseguirlo.
Por desgracia, la demencia puede causar deficiencias visuales y auditivas a lo largo de la vida del paciente. Aquí algunas preguntas que podrían ayudarte a mejorar el día a día de la persona a la que cuida:
Vista:
– ¿Hay suficiente luz?
– ¿Hay suficiente contraste de colores?
– ¿Lleva gafas la persona a la que cuidas?
– ¿Necesita una consulta médica?
Audición:
– ¿Hay demasiado ruido?
– ¿Tiene la persona a la que cuidas un audífono? ¿Lo lleva puesto?
– ¿Necesita una consulta médica?
¿Aún no sabe cómo ayudar? Aquí encontrarás algunos consejos.
Aquí algunas formas de llamar la atención de la persona a la que cuidas de forma respetuosa:
– Hable claro, despacio, con un volumen respetable y no olvide mirar y estar a la altura de los ojos de la persona con demencia.
– Dale golpecitos en la mano, el brazo, el hombro
– Llame a la persona por un nombre que reconozca
Para prepararte para tomar decisiones como persona cuidadora, primero tienes que tener en cuenta y seguir los deseos de la persona a la que cuidas. Aquí algunas preguntas que te ayudarán a prepararte en función de sus elecciones:
– ¿Dónde prefiere vivir la persona a la que cuidas (si ya no es posible que se quede en casa)?
– ¿Qué aspectos de la atención domiciliaria/comunitaria/en un centro son importantes para ella?
– ¿Quién quiere la persona a la que cuidas que se encargue de sus finanzas cuando ya no sea capaz de hacerlo?
– ¿Hay tratamientos médicos que la persona a la que cuidas quiere recibir o rechazar?
– Cuando ya no pueda comer, ¿por qué método de alimentación opta la persona a la que cuidas? ¿Es una opción una sonda de alimentación?
– ¿Tiene la persona a la que cuidas algún miedo o preocupación especial sobre los tratamientos médicos?
– ¿Cómo quiere ser tratada la persona a la que cuidas al final de su vida?
¿Te preguntas a quién acudir? Aquí tienes algunos consejos que te facilitarán la tarea de pedir apoyo:
– Piensa en lo que quieres, lo que necesitas y cuáles son tus sentimientos respecto a tu situación actual
– Sé sincero/a y directo/a
– Ten en cuenta los sentimientos de tu interlocutor/a
– Divide la tarea en partes más pequeñas (es más fácil proporcionar ayuda para una petición más pequeña)
¿Más consejos?
Aquí algunas actividades que ofrecen formas útiles de implicar a la persona a la que cuidas a la hora de comer:
Ir de compras
Deja que la persona con demencia elija qué alimentos o bebidas quiere comprar para el desayuno, la comida o la cena.
Preparación de las comidas
Deja que la persona a la que cuidas te ayude a cocinar.
Preparación de la mesa
Deja que la persona que vive con demencia prepare la mesa para su próxima comida.
Limpieza
Deja que la persona a la que cuida retire todo de la mesa y la limpie.
Lavar/secar los platos
Deja que la persona que vive con demencia te ayude a lavar o secar los platos.
Si crees que la persona a la que cuidas todavía puede participar en estas actividades, ¡piensa en intentar incluirla más en las tareas cotidianas!
¿Has observado que la salud de la persona a la que cuidas puede haber empeorado pero no sabes cómo ayudarla?
¿Busca recomendaciones para combatir los problemas de salud que puedan surgir?
Más consejos.
Si la persona a la que cuidas se encuentra en las últimas fases de la demencia, puede experimentar dificultades que pueden causar varios problemas de salud. Estos son algunos consejos que te ayudarán a combatirlos:
– Modifica los patrones de alimentación de la persona para mejorar su nutrición.
– Ayúdale a comer/beber de forma segura guardando los materiales no comestibles y los productos químicos domésticos en un lugar seguro
– Preven la neumonía por aspiración modificando sus alimentos/bebidas y colocándole en posición vertical cuando le ayude a comer.
Es bastante habitual que la demencia afecte a la capacidad de una persona para identificar o utilizar el baño correctamente. Aquí algunos consejos útiles:
– Coloca una imagen de un inodoro en la puerta del baño para facilitar su identificación
– Proporciona indicaciones para llegar al inodoro si es necesario
– Pon luces nocturnas en el camino entre el dormitorio y el aseo
– Utiliza un color diferente para el asiento del inodoro
– Cámbiale los pantalones por unos que sean más fáciles de quitar
– Dale instrucciones si se olvida de cómo usar el retrete
Durante las últimas fases de la demencia, es posible que la persona a la que cuidas no pueda controlar sus esfínteres. Algunos de los problemas:
– ¿Se quita constantemente el pañal y lo tira al suelo?
– ¿Pantalones mojados incluso cuando se usan los pañales para la incontinencia?
– ¿Piel irritada en la zona genital?
– ¿Fiebre, sensación de dolor, orina con olor fuerte?
Las soluciones.
La demencia puede afectar a la capacidad de una persona para lavarse o bañarse. Aquí algunos consejos que puedes utilizar para ayudarles:
– Identifique el momento del día en que la persona con demencia prefiere ducharse/bañarse
– Cambie la ducha por un baño con esponja
– Si utiliza la ducha, coloque también una alfombrilla antideslizante para evitar accidentes
– Utilice equipos de ayuda si es necesario (barras de apoyo, sillas de ducha, etc.)
– Reduce el caudal de agua si la persona a la que cuidas tiene miedo
¿Necesitas ayuda para controlar los hábitos de paseo de la persona a la que cuida y así evitar que se pierda?
– Mantener las rutinas y actividades ya conocidas
– Utiliza palabras tranquilizadoras si es necesario (“estamos a salvo..”)
– Asegúrate de que la persona tiene cubiertas todas sus necesidades básicas (ir al baño…)
– Evita los lugares concurridos y confusos que puedan causar desorientación
– Asegúrate de que la persona a la que cuidas lleva identificación
– Asegúrate de que la casa en la que viven es segura
– Lleva una foto actualizada de ella para poder pedir ayuda en caso de pérdida
– En caso de que una persona desaparecida sea encontrada más tarde, intenta hablar con calma y evita culparla o enfadarte con ella.
Como persona cuidadora, es posible que no tengas tiempo para hacer todo lo que quieres. Y no pasa nada. Sin embargo, también es importante tomar las medidas necesarias para cuidar de tu propia salud y bienestar.
– Involucra a otras personas (familiares o amigos, para reducir parte del estrés).
– Tomarte descansos (hacer pequeños descansos con regularidad y pensar en lo que le ayuda a relajarse)
– Cuidar la salud física (comer de forma equilibrada, mantenerse activo física o mentalmente, encontrar nuevas aficiones, dormir lo suficiente)
Es importante cuidar de tu salud mental mientras cuidas de una persona con demencia. Practica estas actividades que te ayudarán a relajarte y a reducir el estrés cotidiano.
– Respiración abdominal
– Respiración consciente
– Relajación muscular progresiva
– Imaginería guiada
– Música y sonidos relajantes
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